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El estado actual de cosas no tiene remedio en el comicio; pues corrompida ya la masa electoral por los demagogos, toda propaganda para conquistar su mayoría es una sobrepuja de ofertas, conducente a la agravación del desorden.
Leopoldo Lugones, La hora de la espada
¿Quién, en naciendo, no vive sujeto a las inclemencias del tiempo y de la fortuna? ¿Quién se libra, quién se excepta de una intención mal segura, de un pecho doble, que alienta la ponzoña de una mano y el veneno de una lengua?
Calderón de la Barca, A secreto agravio, secreta venganza
¿Yo papa? ¿Papa yo? ¡No soy tan necio! ¿No sabes que es mejor ser zapatero? Quiero vivir a mi manera, hermano, y no como me mande el mundo entero.
Giuseppe Gioachino Belli, Sonetos
Toda máquina está en proceso de extinción.
Bioy Casares
Quizás el camino más directo para conquistar la fama sea afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos medios sea posible, el haberla conquistado.
Giacomo Leopardi
El que pretende dirigirse a la humanidad o es un tramposo o está equivocado.
Juan Carlos Onetti
¿Hay algo, pregunto yo, más noble que una botella de vino bien conversado entre dos almas gemelas?
Nicanor Parra, Coplas del vino
En efecto, el pensamiento más sencillo no puede formularse si en él no se envuelve, bajo múltiples aspectos, el concepto fundamental del número. El beduino que en medio del desierto, en el momento de la oración, murmura el nombre de Dios, tiene el espíritu dominado por un número: ¡la Unidad! Sí, Dios, según la verdad expresada en las páginas del libro santo y repetida por los labios del Profeta, es Uno.
Malba Tahan, El hombre que calculaba
La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza.
Franz Kafka
¡Qué absurdos los hombres! Siempre en movimiento, siempre dispuestos a interesarse por todo. Cuando se acuestan dejan dicho que los despierten al rayar el alba. Si se acercan a la chimenea permanecen de pie, listos para huir al otro extremo del cuarto, listos para huir siempre hacia cosas fútiles.
María Luisa Bombal, Las islas nuevas